CALABAZA CACAHUETE
Calabaza de invierno, la calabaza cacahuete (Cucurbita moschata). Aunque la podemos encontrar durante todo el año en el mercado, es entre octubre y noviembre cuando están en su mejor momento.
La calabaza es una pieza en forma de pera y de tamaño moderado. Su piel es fina comparada con la de otras calabazas, pero gruesa si se compara con los calabacines, que también son del mismo género. Su color es de un tono crema anaranjado, con una carne de color naranja más intenso. Al comprarla debemos fijarnos en que su piel esté en perfecto estado, dura, fina, mate, y que la pieza sea firme y pesada. Estando sana, nos puede durar más de dos meses si la conservamos (sin abrir) en un lugar fresco, a unos 10-15º C, y oscuro, sin exposición directa a la luz.
Una vez que la calabaza se ha abierto, si no se va a gastar entera se debe envolver bien en film transparente o en un recipiente hermético y reservarla en el frigorífico dos o tres días. También hay quien la congela, cortada en dados o en porciones.
Esta variedad de calabaza es muy apreciada por varios motivos, entre ellos, su textura cremosa y su sabor dulce que recuerda a la nuez. Su carne naranja admite todo tipo de preparaciones culinarias, horneada, frita, cocida, asada, incluso en cruda sabe muy bien. Con respecto a su piel, Jamie Oliver nos indica que una vez cocinada también se puede comer.
La piel de esta calabaza también es utilizada en ocasiones como recipiente, se retira la pulpa, se limpia bien y se rellena con la misma pulpa de la calabaza ya elaborada y convertida en un puré, un guiso, etc. Por supuesto, las pipas son un complemento alimenticio que podemos extraer de esta hortaliza, las pipas de calabaza las podemos tostar e incorporar en múltiples recetas o comer como tentempié aprovechándonos de sus propiedades nutricionales.
Es muy apreciada por su aporte nutricional, es rica en vitaminas A y C, en beta-caroteno, magnesio, manganeso, potasio, calcio, fibra, ácidos grasos omega 3 y 6, y además, es baja en calorías, por eso es apta en dietas de control de peso, siempre que no se elabore con ingredientes o métodos de cocción que aumenten el valor calórico.